lunes, 17 de marzo de 2008

2do Encuentro de Formación Política

jueves 31 de enero de 2008

Síntesis

La política y el saber en política
Visión de la política como puente para transformar la realidad. Binomio que es una suma entre lo popular y lo político
El saber fue y es siempre cuestión de poder. El conocimiento como acción de examinar la realidad es definido socialmente y en esa definición se juegan relaciones de poder. Por lo tanto el conocimiento es restringido por quienes detentan el poder, pues es el modo privilegiado de asegurar la conservación del poder.

El saber en la política. Tiene dos formas de presentarse: saber que parte de la experiencia espontánea, de la acción, saber popular, y saber que depende de un conocimiento técnico específico, saber experto. La política se acerca a la democracia cuando no depende de un conocimiento experto sino del valor que se le da a la experiencia compartida por todos. La gestión en cambio sí requiere conocimiento experto. Cada vez que pensamos que no sabemos hacer política reproducimos, quizás sin quererlo, las formas hegemónicas de control social, porque reconocemos que el hacer política está lejos de nuestro alcance y, en consecuencia, sólo al alcance de algunos/as (privilegiados por nuestro propio modo de entender las cosas).

La política utiliza contexto y referencias para decir. Siempre hay cosas ocultas tras lo que se ve que no se pueden reconocer fácilmente, esto es, que requieren un esfuerzo de conocimiento que sólo algunos pueden realizar, pero es imposible impedir que la gente tenga experiencia y por lo tanto aprenda. En este caso, ese conocimiento surge de la comunicación y el intercambio de la gente.

Hablamos de redes porque no requieren expertos, no surgen de la academia ni de los laboratorios, generan posibilidad de acción y recursos que otras formas de experiencia política no contemplan. El conocimiento experto no garantiza el logro de los objetivos propuestos en una política, pues no puede abarcar toda la realidad. El logro de los objetivos de la política, aunque disponga de conocimiento técnico experto, requiere entonces una cooperación con todos los incluidos (en esa política), esto aportan su experiencia y los saberes que en ella han adquirido.

La cultura política es un capital social. El saber y el conocimiento que surge de la comunicación de la gente es de un valor democrático inmenso, permite generar hábitos para la organización de la gente, para la evaluación de las acciones de un gobierno, permite la circulación de ideas.

Por eso, para la democracia es tan importante la idea de “contra democracia” o del control que la gente corriente ejerce sobre las acciones de la política. La política depende de la experiencia de la gente para ser eficaz. El interés en despertar y participar es creado socialmente. Es importante estar atento a los efectos del poder en cualquier discurso político, la palabra legitima porque siempre es escuchada por muchos.

Ética y Moral
El régimen democrático no puede imponer una moral pues descansa sobre la idea de libertad. Toda democracia es plural, moralmente hablando. En política existe la ética de las convicciones y la ética de la responsabilidad, ambas entran en tensión, pero en la base de la política está la experiencia de la gente, el valor del saber popular y es este el que hay que hacer actuar, poner a la gente a discutir. Es allí (en la deliberación que la gente puede realizar cotidianamente de mil maneras) donde se juega la experiencia democrática y, allí, donde se valoran o no las “convicciones” o se determina si la política se ha hecho cargo se su “responsabilidad” o no.

Conducción política
Política es convencer, no es imponer. La conducción no debe descansar en la expertez sino en la política. En los modos tradicionales de hacer política el juicio político es determinante, ilusión de que juicio y realidad se corresponden, como si fuera un conocimiento científico que simplemente se aplica a cada situación particular, como si cada realidad fuera parte de un dogma general. Entender la política según este tipo de juicio lleva a la tecnocracia, solo son los entendidos quienes pueden conducir las decisiones. Otro modo de conducción es aquel que parte de un juicio reflexionante, parte de la situación particular y se ocupa de pensar en como será aceptada una decisión, busca consensos entre todos los implicados. El modo de conducción basado en un juicio reflexionante debe: Operar con la sociedad, ser una actividad muy cercana a la experiencia de la gente.§ Tener capacidad de comunicación no distorsionada, ser eficaz para comunicar genuinamente la propuesta.§ Empoderar a la gente, ser capaz de tomar decisiones que creen poder en la gente.§ Promover decisiones estables.

Red
El mecanismo de red es de partida democrático, opera siempre en lo real, lanza comunicaciones y decisiones buscando crear convicciones. Busca transformar los nodos, desacomodar, repensar para reconstruir y, de esta manera, ganar algo, agregar valor, obtener el bien que se persigue

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